jueves, 26 de junio de 2014

Calles y otros relatos - Stephen Dixon (Eterna Cadencia)


Siempre es lindo recibir de regalo un libro de un autor que uno no conoce. En la solapa dice que nació en New York en 1936 y todavía no se murió. No dice "todavía no se murió", la ausencia del segundo año en la oración, supone la sobrevida.

La editorial decidió poner un prólogo de Fresán como gancho. Lo salteo. Prefiero leerlo antes de escribir esto, porque supongo será fantástico. Y lo es, ya van a ver.

Pero antes, lo importante: los cuentos de Dixon son del tipo "elaboración a la vista", un robot transparente que mientras mueve el brazo, uno ve moverse los engranajes. Ladrillos antes que empapelados. La selección (hecha por Eduardo Berti - un sobreviviente al periodismo de rock-) es una playlist buenísima. Después de precalentar con los primeros relatos el estilo distante e ingenioso, la segunda mitad del libro no para de tirar hits. 

¿Qué es un estilo distante pero ingenioso? es un escritor pensando escenas, poniendo todos los personajes cerca a ver qué pasa. Como un nene que juega con muñecos. 

Después de asimilar el estilo, aparece la potencia de los relatos de Dixon. No sé si potencia es la palabra. No es que te perturben del todo  ni que te dejen perplejo, pero tampoco pasan desapercibidos. 

El prólogo de Fresán: obvio que empieza hablando de que él descubrió al autor antes que vos, lectorcito aficionado. Lo leyó en inglés y no en una recopilación traducida (¡traicionada!) treinta años después con prólogo de él. Pero Rodrigo es un genio. Se pone a sí mismo como un personaje de Dixon (es muy irónico Rodrigo). Le tira flores al selector (autoflores en realidad) :" (...) me alegra sobre todo porque Eduardo Berti (también excelente escritor) descubrió a Dixon por las suyas (no fue un amigo o un editor de esos a los que le recomendé Stephen Dixon)". Cuenta el final de una novela inédita en una nota al pie. Mete un par largo de páginas con declaraciones del autor. Y explota en un festival del dropname : Dostoievski, Mann, Hemingway, Kafka, Chejov, Beckett, Bernhard, Fellini, Bach, Gaddis, Gass, Barth, Pynchon, Calvino, Perec, Cortázar, Robbe-Grillet, Proust,Friedman,Heller,Eggers,Lethem, Moody, Marcus, Antrim, Handler, Robert Lennon, Daniel Clowes (!!).... basta Rodrigo! Estás recitando la guía! Basta! Pero Fresán no para, porque es un maestro del dropnamming, y en este prólogo está tan arriba que termina con : Noah Baumbach (!!!!), Louis C.K. (!!!!!!!!!!!!), Seinfeld (!!!!!) y Woody Allen. FA-TA-LI-TY.

Rodrigo tiene uno de éstos en su casa


Último párrafo para un humilde nombre que no fue nombrado y que fue al único que me hizo acordar mientras leía el libro: Leo Masliah. La Carta, por ejemplo.




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